Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citado por IFRC (2018) indican que anualmente se dan 150.000 muertes por enfermedades transmitidas por el agua, con una especial incidencia en niños menores de 5 años. El agua, saneamiento e higiene son elementos esenciales para la prevención de enfermedades y la salud pública, y pueden contribuir significativamente a la reducción de la pobreza y la vulnerabilidad.

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Aunque la región ha experimentado un aumento en la cobertura de agua potable del 33 por ciento en 1960 al 95 por ciento en 2015; 34 millones de personas todavía carecen de acceso al agua. La cobertura de saneamiento presenta niveles aún más bajos. A pesar de los progresos considerables en la región, sólo el 83 por ciento de la población cuenta con instalaciones de saneamiento, dejando a 18 millones de personas sin acceso al saneamiento (IFRC,2018). 

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A continuación, se resume la información más importante sobre el lavado de manos y el virus COVID-19   desde la perspectiva de (OMS,2020)[1].

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• La higiene frecuente y adecuada de las manos es una de las medidas más importantes que pueden utilizarse para prevenir la infección por el virus COVID-19. Los profesionales de WASH deben trabajar para permitir de las manos, mejorando las instalaciones y utilizando técnicas de cambio de comportamiento de probada eficacia.

• Las orientaciones de la OMS sobre la gestión segura de los servicios de agua potable y saneamiento se aplican al brote de COVID-19. No se necesitan medidas adicionales. En particular, la desinfección facilitará una eliminación más rápida del virus COVID-19.

• La gestión segura de los servicios de agua y saneamiento y la aplicación de buenas prácticas de higiene aportarán muchos beneficios colaterales de saneamiento y la aplicación de buenas prácticas de higiene. Estos esfuerzos evitarán muchas otras enfermedades infecciosas que causan millones de muertes cada año.

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[1] OPS. (2020a). Atención primaria en salud . https://www.paho.org/es/temas/atencion-primaria-salud.

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